10 May

Las elecciones y la descalificación del árbitro electoral.

Publicado por Yuyalikgua-orinok - Etiquetas: #Política

Por: Freddy Marcial Ramos.

Respetables lectores y lectores.

Para la década de los años 70, concretamente en año 1.978 me incorporo orgánicamente a participar en la lucha político partidista de ideología izquierdista, en la recién creado movimiento político de ideología centro izquierdista llamado Movimiento al Socialismo (MAS); comencé mi actividad política en el sector laboral sindical, en aquel entonces los trabajadores de la enseñanza del INCE, educadores expertos en el área industrial, comercial, artesanal y agropecuaria; el cual se les denominó jurídicamente como “Instructores de formación”; ese sector laboral se vio en la necesidad de organizarse sindicalmente, con el objeto de luchar por la defensa de sus conculcados derechos laborales, que de acuerdo a la constitución y las leyes les asistía; en ese entonces me correspondió por decisión mayoritaria de la Asamblea General los docentes, la responsabilidad de ser el vocero o representante de los instructores integrantes del Comité de los Trabajadores del INCE Región Guayana, ante la Federación Venezolana de Maestros (FVM), cuando apenas yo contaba con 29 años de vida; ese mismo año en el (MAS), me inicio como dirigente vecinal-comunal; a partir ese momento me correspondió coordinar lo atinente a la campaña electoral, ya que se iniciaba el proceso propagandístico para promover al candidato presidencial Dr. José Vicente Rangel, a participar en las elecciones presidenciales del año 1978; en consecuencia me correspondió ser “Testigo de excepción” en varios procesos electorales, en los cuales aprecié personalmente las grandes violaciones a la ley que se cometían en los actos de votación y conteo de votos.

Para ese momento histórico, cuando las organizaciones políticas de derecha en Venezuela (AD – COPEY – URD y otras), que siempre han contado con el total respaldo económico, comunicacional y publicitario, de la oligarquía integradora del sector empresarial tanto endógeno como exógeno, en tal sentido el Consejo Supremo Electoral (CSE) como órgano rector de los procesos electorales, era controlado absolutamente por dichas organizaciones políticas; en dichos procesos electorales, la sociedad venezolana ejercía su derecho al sufragio utilizando “Tarjetas de votación manual” y cuyo resultado de escrutinio se obtenía mediante el “Conteo manual voto a voto” y el total de votos contados se transcribían manuscritamente en las llamadas “Actas electorales”, que una vez culminado dicho proceso, esas actas eran trasladadas y custodiadas por los militares de la Fuerza Armada Nacional, a las Juntas Electorales Municipales y que durante el tiempo que transcurría para cumplir con tal procedimiento administrativo, se cometían grandes irregularidades de tipo fraudulentas, ya que a los factores políticos minoritarios tanto de izquierda como de derecha, se les “Escamoteaban” los votos obtenidos en el proceso de votación (O sea, le robaban los votos), ya que para ese entonces no se contaba con la presencia de “Observadores electorales internacionales”, además estas organizaciones políticas de acuerdo con la Ley Electoral, por no haber alcanzado un significativo porcentaje de votos a su favor en procesos anteriores, o simplemente participaban por primera vez en dicho proceso, no tenían derecho a nombrar “Miembros de Mesa”, solo se les permitía asignar “Testigos electorales”, ya que únicamente podían observar el proceso, por tanto no se les permitía participar en el conteo de votos, e incluso muchos de los pequeños partidos políticos, ni siquiera ese derecho les respetaba; sin embargo, jamás ningún órgano nacional ni internacional supuesto defensor de los Derechos Humanos Fundamentales, se les ocurrió la idea de “Descalificar al árbitro electoral”, a sabiendas de que siempre se cometieron “Grandes fraudes o delitos electorales”

Como es bien conocido, en el año 1.997 según el CNE, se inicia la modernización y automatización del Sistema Electoral, en nuestro país, a partir del año 2003, se introduce una innovadora tecnología informática que ha permitido erradicar el “Fraude electoral” ya dicho sistema de votación, escrutinio y transferencia de la data con los resultados del proceso de votación, se da en tiempo real e inmediato al centro nacional de control informático; además una vez cerrado el proceso de votación, se procede de inmediato al conteo manual de los comprobantes de votación personalizada, con la presencia directa de los representantes de los factores políticos participantes en dicho proceso y la presencia insitu de los llamados “Observadores nacionales e internacionales” de todas las tendencias ideológicas, la legal e histórica participación de la FANB, cómo órgano de Estado garante de la seguridad, disciplina y el orden, además de los Fiscales Electorales asignados por el Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo; todo ello con el fin de garantizar la neutralidad y legitimidad del proceso electoral; ese procedimiento legal, se cumple en todos los procesos para elegir a: Presidente de la República, Diputados a la Asamblea Nacional y Consejos Legislativos Regionales, Gobernadores, Alcaldes y Concejales municipales.

Esa pureza dentro del proceso electoral venezolano administrado por el CNE, ha sido y es reconocida por los “Observadores internacionales” que han supervisado el proceso electoral, como uno de los más seguros y con gran exactitud matemática en sus resultados; solo a los factores políticos de ultra derecha y derecha tanto nacional como internacional quienes no han podido lograr resultados electorales que les favorezcan en su afán de retomar el poder político y económico, se atreven mantener una campaña mitómana de descredito orientada a “Descalificar al CEN como árbitro electoral”; pero ellos mismos se contradicen ya que cuando han ganado elecciones y se les ha reconocido dicho triunfo, no emiten descréditos ni descalificaciones contra las autoridades del CNE; en consecuencia toda esa “Olla mediática o Matriz de opinión descalificadora”, sólo se realiza para justificar sus “terroristas y criminales acciones” orientadas a violentar la soberanía nacional y mantener sus ansias conspirativas, golpistas e injerencistas; pero los Poderes públicos del Estado Venezolano amparado en la Carta Magna y las Leyes de la República, son garantía de la convivencia en paz de la sociedad venezolana.

Por: Freddy Marcial Ramos. Respetables lectores y lectores. Para la década de los años 70, concretamente en año 1.978 me incorporo orgánicamente a participar en la lucha político partidista de ideología izquierdista, en la recién creado movimiento político de ideología centro izquierdista llamado Movimiento al Socialismo (MAS); comencé mi actividad política en el sector laboral sindical, en aquel entonces los trabajadores de la enseñanza del INCE, educadores expertos en el área industrial, comercial, artesanal y agropecuaria; el cual se les denominó jurídicamente como “Instructores de formación”; ese sector laboral se vio en la necesidad de organizarse sindicalmente, con el objeto de luchar por la defensa de sus conculcados derechos laborales, que de acuerdo a la constitución y las leyes les asistía; en ese entonces me correspondió por decisión mayoritaria de la Asamblea General los docentes, la responsabilidad de ser el vocero o representante de los instructores integrantes del Comité de los Trabajadores del INCE Región Guayana, ante la Federación Venezolana de Maestros (FVM), cuando apenas yo contaba con 29 años de vida; ese mismo año en el (MAS), me inicio como dirigente vecinal-comunal; a partir ese momento me correspondió coordinar lo atinente a la campaña electoral, ya que se iniciaba el proceso propagandístico para promover al candidato presidencial Dr. José Vicente Rangel, a participar en las elecciones presidenciales del año 1978; en consecuencia me correspondió ser “Testigo de excepción” en varios procesos electorales, en los cuales aprecié personalmente las grandes violaciones a la ley que se cometían en los actos de votación y conteo de votos. Para ese momento histórico, cuando las organizaciones políticas de derecha en Venezuela (AD – COPEY – URD y otras), que siempre han contado con el total respaldo económico, comunicacional y publicitario, de la oligarquía integradora del sector empresarial tanto endógeno como exógeno, en tal sentido el Consejo Supremo Electoral (CSE) como órgano rector de los procesos electorales, era controlado absolutamente por dichas organizaciones políticas; en dichos procesos electorales, la sociedad venezolana ejercía su derecho al sufragio utilizando “Tarjetas de votación manual” y cuyo resultado de escrutinio se obtenía mediante el “Conteo manual voto a voto” y el total de votos contados se transcribían manuscritamente en las llamadas “Actas electorales”, que una vez culminado dicho proceso, esas actas eran trasladadas y custodiadas por los militares de la Fuerza Armada Nacional, a las Juntas Electorales Municipales y que durante el tiempo que transcurría para cumplir con tal procedimiento administrativo, se cometían grandes irregularidades de tipo fraudulentas, ya que a los factores políticos minoritarios tanto de izquierda como de derecha, se les “Escamoteaban” los votos obtenidos en el proceso de votación (O sea, le robaban los votos), ya que para ese entonces no se contaba con la presencia de “Observadores electorales internacionales”, además estas organizaciones políticas de acuerdo con la Ley Electoral, por no haber alcanzado un significativo porcentaje de votos a su favor en procesos anteriores, o simplemente participaban por primera vez en dicho proceso, no tenían derecho a nombrar “Miembros de Mesa”, solo se les permitía asignar “Testigos electorales”, ya que únicamente podían observar el proceso, por tanto no se les permitía participar en el conteo de votos, e incluso muchos de los pequeños partidos políticos, ni siquiera ese derecho les respetaba; sin embargo, jamás ningún órgano nacional ni internacional supuesto defensor de los Derechos Humanos Fundamentales, se les ocurrió la idea de “Descalificar al árbitro electoral”, a sabiendas de que siempre se cometieron “Grandes fraudes o delitos electorales” Como es bien conocido, en el año 1.997 según el CNE, se inicia la modernización y automatización del Sistema Electoral, en nuestro país, a partir del año 2003, se introduce una innovadora tecnología informática que ha permitido erradicar el “Fraude electoral” ya dicho sistema de votación, escrutinio y transferencia de la data con los resultados del proceso de votación, se da en tiempo real e inmediato al centro nacional de control informático; además una vez cerrado el proceso de votación, se procede de inmediato al conteo manual de los comprobantes de votación personalizada, con la presencia directa de los representantes de los factores políticos participantes en dicho proceso y la presencia insitu de los llamados “Observadores nacionales e internacionales” de todas las tendencias ideológicas, la legal e histórica participación de la FANB, cómo órgano de Estado garante de la seguridad, disciplina y el orden, además de los Fiscales Electorales asignados por el Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo; todo ello con el fin de garantizar la neutralidad y legitimidad del proceso electoral; ese procedimiento legal, se cumple en todos los procesos para elegir a: Presidente de la República, Diputados a la Asamblea Nacional y Consejos Legislativos Regionales, Gobernadores, Alcaldes y Concejales municipales. Esa pureza dentro del proceso electoral venezolano administrado por el CNE, ha sido y es reconocida por los “Observadores internacionales” que han supervisado el proceso electoral, como uno de los más seguros y con gran exactitud matemática en sus resultados; solo a los factores políticos de ultra derecha y derecha tanto nacional como internacional quienes no han podido lograr resultados electorales que les favorezcan en su afán de retomar el poder político y económico, se atreven mantener una campaña mitómana de descredito orientada a “Descalificar al CEN como árbitro electoral”; pero ellos mismos se contradicen ya que cuando han ganado elecciones y se les ha reconocido dicho triunfo, no emiten descréditos ni descalificaciones contra las autoridades del CNE; en consecuencia toda esa “Olla mediática o Matriz de opinión descalificadora”, sólo se realiza para justificar sus “terroristas y criminales acciones” orientadas a violentar la soberanía nacional y mantener sus ansias conspirativas, golpistas e injerencistas; pero los Poderes públicos del Estado Venezolano amparado en la Carta Magna y las Leyes de la República, son garantía de la convivencia en paz de la sociedad venezolana.